Quizá hayas escuchado esa frase por allí. ¿Sabes de qué se trata? ¿Cómo es eso de estar en el presente? ¿No estamos ya allí? Pues, depende.
Más o menos, esta frase se trata de salir de la añoranza permanente por el pasado o de la preocupación constante por el futuro.
Buscando más información al respecto, leí en un artículo sobre el tema. Y una frase capturó mi atención:
"A veces sacrificamos el hoy por estar atorados en el pasado o preocupados por el futuro".
¿Qué piensas sobre eso?
Yo creo que tiene sentido. A veces nos "atascamos" en uno de esos dos tiempos y nuestro hoy se queda de lado: no nos concentramos, la atención está dispersa, estamos de mal humor y sin ganas de hacer. El tiempo se nos pasa divagando en lo que hubiera sido o en lo que podría ser.
Más allá de evitarlo con insistencia, porque nos pasa y porque somos seres humanos con una mente pensante, se trata de “pillarnos”. Entrenarnos en darnos cuenta cuando nos atascamos en uno de esos dos lugares. Luego, ayudarnos a salir y volver al hoy con gentileza, con elegancia.
Sí, es un ejercicio que cuesta. Es bueno recordar que todo en la vida requiere de práctica para que se haga un hábito. Piénsalo. Inclusive, ese estar añorando el pasado y preocupándose por el futuro también lo practicamos muchas veces. Y, finalmente, se hizo automático: un hábito.
Entonces, con un poquito de disciplina y voluntad, podemos generar un nuevo hábito. ¿Cómo empezar? Desde la filosofía del Mindfulness se recomienda un ejercicio para hacer esto. El ejercicio, por sus siglas, se llama DROP.
¿Cómo haces el DROP?
El DROP consiste de cuatro pasos. En cuanto te das cuenta que estás anclado en el pasado o preocupado por el futuro…
1. Detente. Una vez experimentes estar en el pasado o futuro, quizá una emoción, sensación en el cuerpo o pensamientos, toma conciencia de que está ahí y detente.
2. Respira. Toma conciencia de tu respiración. Préstale toda atención, siéntela en el cuerpo Hazlo varias veces.
3. Observa. Presta atención a alguna sensación en el cuerpo, obsérvala. Pensamientos, obsérvalos. Sentimientos, obsérvalos y solo etiquétalos (por ejemplo, lista de súper, preocupación por cita, rabia con el jefe, etc.)
4. Prosigue. Sigue con lo que estabas haciendo.
El objetivo del ejercicio es tomar conciencia de lo que ocurre; es anclarte al presente y mirarlo. Al practicarlo generamos un espacio entre las situaciones que nos causan ansiedad o malestar y las respuestas o reacciones que tenemos ante ellos. También ayuda a que los pensamientos negativos bajen, ayuda a practicar la aceptación y a serenarnos.
Yoga para estar presente
Y, ¿Cómo ayuda el yoga en eso de estar presente?
1. Con movimiento:
A través del movimiento consiente (asanas) practicamos sentir el cuerpo en lo que está haciendo en el presente. Lo repetimos una y otra vez para acostumbrarnos. Fíjate que es bien difícil pensar en otra cosa en ciertas posturas de yoga. O si estás pensando en otra cosa, simplemente, la postura no te sale.
2. Con respiración:
Concentrarse en la respiración es el ancla en el presente. Además, respirar con atención activa la respuesta de calma y relajación en el cerebro (sistema nervioso parasimpático). Con ello, bajamos la activación (la respuesta de estrés) pensamos mejor.
3. Con meditación:
Entrenamos la mente al meditar. La llevamos de la mano para que regrese al objeto meditativo: respiración, sensación, frase. Así la vamos entrenando para que regrese del pasado o vuelva del futuro al momento presente.
¿Te animas a practicar estas técnicas?
Comenta, te leo con entusiasmo y gratitud.
¡Hasta pronto!
Namaste.
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